LA PERFECCIÓN DEL HOMBRE IMPERFECTO
Llorar y sentir, es que te brillen los ojos y el alma… y que te demuestres a ti mismo quién eres por dentro. Para los hombres, llorar y sentir es algo que está prohibido, algo humillante y débil, pero yo le daré vuelta a esta rueda de estereotipos sin sentido.
Desde pequeños, a los niños se nos hace creer que debemos de ser duros, que nos debe de gustar el fútbol porque es para hombres, que debemos de ser personas sin sentimientos, o al menos no demostrarlos; porque no me dejarán mentir, pero a la mayoría de nosotros nos han dicho o hemos escuchado las conocidísimas frases “los hombres no lloran” “¿que sos niña para estar llorando?”
¿¡verdad que aunque sea alguna vez las han escuchado!?
Vivimos en una sociedad donde tanto a hombres como mujeres nos han establecido maneras de actuar, maneras de comportarnos, maneras de vestir, maneras de hablar, etc.
Pero ahora hablaré específicamente de esas normas para los hombres, claro, desde mi punto de vista como hombre que he sido el que las ha vivido.
Si lo ves desde un punto más profundo, a la sociedad se le podría llamar como “el ambiente tóxico” en el cual todos hemos estado y conocido.
Como hombres, han habido momentos en nuestras vidas en los cuales no sabemos cómo reaccionar ante situaciones a las que no hemos sido preparados. Muy posiblemente de pequeño te sentías triste por algo que te había pasado y lo primero que pudiste hacer al respecto fue llorar para dejar salir esas emociones, ese dolor, qué sé yo, lo que sea que hayas sentido,
Pero con el pasar de los años, mientras hemos ido creciendo, hemos tenido que ir ocultando esas emociones, esas maneras de sentir y de no poder dejar salir lo que nos duele, porque recordemos, supuestamente un hombre siempre debe de estar en sus cabales y no demostrar pero ni la más mínima vulnerabilidad.
Pondré un ejemplo bastante sencillo para que lo comprendamos de la mejor manera. Terminaste con tu novi@ de años, pero no sabes cómo reaccionar ante la situación, sabes que en tu interior hay algo que se ha roto y que te duele, pero no sabes cómo hacer para que pare y que salga de ti. La opción más lógica y saludable sería llorar, pero no lo haces porque desde pequeño te reprimieron que eso no es de hombres.
Solo déjame decirte que sin importar qué tan macho, masculino y hombre seas, tienes permitido llorar, somos seres humanos hechos de polvo de estrella, qué más da si lloras o no, solo porque la maldita sociedad te dice que no lo hagas, HAZLO y que no te importe, porque eso es lo hermoso de ser los hombres perfectos pero imperfectos que somos.
El no demostrar nuestros sentimientos está en nuestro patrón porque lo vivimos constantemente, es muy común que un padre no sea tan cariñoso con su hijo o que sea más duro con él a como lo es con su hija. Hemos llegado hasta el punto donde se ve mal que un padre trate con cariño a su propio hijo, es muy triste y lamentable.
Continuando,
Les quiero contar que cuando era pequeño, en mi colegio, cada año realizábamos un festival gastronómico. Curiosamente, en mi grupo todos éramos niños y una sola niña. El día de la actividad, muy de mañana todos los grupos estaban montando sus puestitos de comida, pero por alguna razón, mi amiga no llegó ese día; realmente ni recuerdo quién era, pero una señora x se acercó a nuestro puesto, observando cómo colocábamos todo, dijo lo siguiente “aquí hace falta alguna niña que se haga cargo de esto”, haciendo referencia a que las mujeres son las que se ocupan de la cocina.
La moraleja de esta pequeña anécdota, es que sin importar con el sexo que nazcas, tú eres el que decide qué hacer. El mundo aún está patas arriba creyendo que un hombre que le apasione el arte de la cocina no es un “verdadero hombre” pues es una gran mentira, si eres hombre y te encanta cocinar, pues está más que estupendo.
Continuando, hace mucho tiempo, en un video escuché hablar que el hombre se debe de arreglar un pelín más que un mono y es lo que exactamente la sociedad nos ha establecido a nosotros como hombres a hacer, ya que según la misma, está muy mal visto que un hombre se tome el tiempo por preocuparse por sí mismo, por arreglarse, por sentirse limpio, por sentirse un coqueto y todo un caballero. Porque recordemos, se supone que esas son “cosas de niñas”, ¿o no?
La verdad es que no, independiente seas hombre, mujer o lo que sea, no debe de importar para nada si te gusta cuidarte y arreglarte.
Está bien si no eres el hombre que más se fija en esos detalles porque tal vez eres muy sencillo y te da igual, porque posiblemente eres de los que con una camiseta, un jeans y unos sneakers están más que a gusto; sin embargo, sé que hay hombres que se toman su tiempo para arreglarse, para experimentar con distintos outfits, para arreglarse el pelo, para echarle un vistazo a su barba, para ponerse su bloqueador y alguna que otra cosa más.
De hecho, desde mi punto de vista, me atrae que un hombre se sienta cómodo al cuidar de sí mismo. Que sea un apuesto y todo un coqueto hecho y derecho ja, ja, ja ;). Pero lo que más me atrae es que rompan con ese estereotipo de ser un pelín más que un mono como les decía anteriormente.
Y te digo algo, a l@s niñ@s les encanta eso, la próxima vez que salgas con tu persona especial, ponte una camisa manga larga, tu reloj y perfume favorito y asegúrate de pasar aunque sea una peinada a tu cabello. Hazlo y ya verás lo sorprendida que estará tu pareja, y muy posiblemente, al final de la noche te recompense con más besos de lo normal.;)
Desde que tengo consciencia, me he pasado haciendo la pregunta “¿por qué?”; ¿por qué debemos de ser personas predestinadas a nuestro sexo?, si fuera tan sencillo como eso, el mundo no tendría sentido y sería MUY ABURRIDO.
Ser hombre trae muchísimas ventajas, pero no te creas, también muchísimas desventajas,
Somos a lo que se le llamaría “una moneda con dos caras”, la cara que debemos de demostrar ante la sociedad, y la cara que nosotros mismos reprimimos. Dentro de esta última, se encuentra un hombre sensible, amoroso, atento, juguetón, pero sobre todo, un hombre que necesita y debe de ser cuidado por las personas que ama.
Podemos aparentar ser rocas, pero hasta la roca más dura y brusca debe ser cuidada para que siga brillando y manteniendo su esencia.
No olvidemos que por la misma razón de que no debemos de ser vulnerables y demostrar nuestras emociones, a veces llegamos a quedar en segundo plano en ser escuchados,
Porque por lo general, nosotros mismos ocultamos tantas emociones, tantas maneras de sentir y más, que no permitimos abrirle las puertas de nuestros corazones a nuestros amados, a nuestros queridos, a nuestros amantes, ni siquiera a nosotros mismos.
Es algo que rotundamente debe de cambiar, no solo porque yo lo digo, porque está mal o porque es lo idóneo en todo caso. Sino porque somos seres humanos que sienten, y mucho más, pero las palabras no me dejan explicar, así que se los dejaré a su imaginación.
Finalmente, con el pasar de los años, he llegado a mi propia conclusión de lo que es el verdadero hombre, y es aquel que es sensible, el que llora, el que ríe, el que lucha, el que ama, el que es libre y único… al que no le da miedo fracasar como hombre.
Al final del día, date un abrazo, permítete sentir, querer y ser quien tú quieres ser sin importar el qué o quién. <3
